Los bilbaonautas hemos disfrutado durante toda la mañana de hoy de un espectacular eclipse de sol que cambió la fisonomía de la ciudad. Puede que algún foráneo no sepa apreciar la diferencia, pero los ojos de los autóctonos son capaces de distinguir más de treinta tonos entre el gris bohemio y el ceniciento, pasando por el canoso, el ceniza, frío, grisáceo, griseta, marengo, monótono, perla, plomo, artense, plata, platino, titanio, aluminio eta abar. Solo los esquimales tienen una vista comparable, ya que son capaces de diferenciar más de 60 tonos de blanco. Incluimos unas fotos para que todos aquellos bilbainos de corazón aprecien la majestuosidad del evento.
Un día normal en la capital del Planeta
El día del eclipse de sol
Un día normal en la capital del Planeta
El día del eclipse de sol
Un día normal en la capital del Planeta
El día del eclipse de sol
Un día normal en la capital del Planeta
El día del eclipse de sol
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El día del eclipse de sol
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