En las próximas horas, el arco de San Mamés que sostenía la tribuna principal será desmontado, despiezado y almacenado a la espera de que se decida su nueva ubicación. Los aficionados y curiosos asisten a la ceremonia como si se tratara de un funeral o la despedida de un personaje querido. No se trata de un adiós, sino de un hasta luego.
Sin arco? ni hablar, tiene que estar ahi. Espero
ResponderEliminarque encuentre su lugar bien visible.
Mary Feli desde Suiza