Quizá, la mejor foto del año en Euskadi

Hecha por un bombero que participó en las tareas de extinción de los incendios de Berango y Sopelana, se convertirá, si no lo es ya, en un icono. Es hipnótica.

Puente veleta efímero en la playa de Azkorri

El encantador de piedras presenta el Puente veleta de Azkorri. Reciėn terminado. La marea le alcanzará y redistribuirá su estructura según las leyes de la teoría del caos en seis horas. Más o menos a las 11:15 de hoy, lunes, 21 de diciembre. Si lo quieres ver, tienes que darte prisa y llevar linterna.

Bocadillo de ingeniero

LOS días que me apetece un bocadillo suelo acercarme al bar de la Escuela de Ingenieros donde, con solo ver mi barba canosa, algunos novatos se ponen firmes dando por hecho que soy un profesor o algo peor si cabe. 

Me gusta el sitio. Amplio, luminoso y con estética de los 70. Rodeado de estudiantes hiperactivos que juegan al mus y hacen sudokus con integrales y derivadas, contribuyo a subir la media de edad y a bajar la concentración de testosterona y hormonas femeninas que siempre amenazan con volar el edificio. 

Jose y Jaime defienden la barra parapetados tras una muralla de pinchos y bollería surtida salida de los Simpson. Solo con verla, me sube el colesterol y oigo gemir a mis arterias como gatitos escaldados. Cualquier dietista que se precie lo consideraría un museo de los horrores. 

Entre los 100 tipos de bocadillos, me ha costado meses encontrar uno que no haga trabajar el corazón a las mismas revoluciones que una vespino subiendo el puerto de Orduña. El que no lleva beicon tiene queso o alioli o mayonesa o ketchup. Salvo el Martutene, que lleva todo eso y dos lonchas de lomo, bonito y pimientos verdes. En el otro extremo se encuentra El triste: solo lechuga, tomate, cebolla y queso, para que el cliente no languidezca ante tanta hortaliza. 

Insistiendo, insistiendo encontré uno a mi medida. ¡Y está delicioso! Baratos e hipercalóricos, dejo los demás para los jóvenes que tienen la vida por delante y la sangre en ebullición.

Josetxu Rodríguez 

@caducahoy

Haiku: Árbol de otoño

Árbol de otoño,
sólo quedan
tres hojas

Matsuo Bashō 

Historias de paraguas

Lo perdieron en New York. Aprovechó una ráfaga de aire para llegar al puerto y engancharse a la antena de un portacontenedores holandés. Atravesó el Atlántico y un Noreste frescatxón lo depositó en Bilbao, maltrecho, frente al portal de su dueña. No pudo subir las escaleras hasta el segundo piso y esperó en la acera. Ella pasó junto a ęl sin reconocerle. Llevaba un hermoso y jovencísimo paraguas comprado en el black friday. Su mango era laaaargo, laaaargo...

Mas historias de paraguas aquí

Grupo de Facebook: "Monumento al paraguas desconocido" en Bilbao. Súmate aquí

El Planeta Bilbao permanece en estos momentos sumergido en la niebla. Apague la tele y salga a verlo.

Una niebla húmeda envuelve en estos momentos el Planeta Bilbao. Apague la tele y salga a dar un paseo con la cámara fotográfica o el móvil en posición de disparo. Podrá sentirse como el protagonista de "El tercer hombre" o, incluso, como un "Blade runner". Recite conmigo: "Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo... como lágrimas en la lluvia...."

"Expohiedra" vuelve a Bilbao con mil propuestas coloristas en los muros de la ciudad

Un otoño más, el Planeta Bilbao acoge "Expohiedra", un espectacular estallido de color que inunda los muros de pueblos y ciudades. La muestra, que permanecerá a la vista del público amante de la naturaleza hasta bien entrado el invierno, despliega composiciones con exhuberantes formas y tonos ocres, rojos y amarillos.

Minimalismo efímero, puntillismo picapedrero, equilibrismo conceptual y daltonismo estrábico son algunas de las tendencias de esta edición. La visita es gratuita y puede realizarse cuantas veces se quiera. Las diferentes obras aparecen por generación espontánea sin orden ni concierto y mutan constantemente, por lo que conviene acercarse a ellas en más de una ocasión, pero no mucho porque son muy invasivas y pueden atraparte. Que la disfruten.

También puedes ver aquí el balance de hojarasca del otoño pasado

Piedras en equilibrio: Arbotante en la playa de Toronda

 

Durante las pasadas vacaciones observé el potencial peligro de un microdeslizamiento en la playa de Toronda (Asturias). El acantilado de dos metros de altura que separa las campas donde pacen las vacas de la arena necesitaba un refuerzo. Sobre todo, para evitar el peligro de caída de alguna piedra y el apatxurramiento de algún karramarro que estuviera disfrutando del programa Erasmus en la zona. Para ello, construí este arbotante con veleta, que no solo soportaba la ladera sino que también alertada a las aves del peligro de acercarse. Muchos turistas preguntaban el objetivo de mi actividad, pero simulé ser mudo haciendo aspavientos con las manos ante la imposibilidad de explicar lo altruista de mi acción y la simpatía que tengo por los cangrejos vivos y no cocinados.

A continuación, las imágenes de sus fases de construcción tomadas desde su vertiente este y oeste. Como material utilicé todas las piedras que los bañistas habían llevado a la playa para evitar que el viento se llevara las toallas.

 

Puedes ver más piedras en equilibrio aquí:

Piedras en equilibrio: Monolitos apuntalados en la playa de Aizkorri

Proceso de elevación de dos monolitos apuntalados en la playa de Aizkorri. Catalogación gráfica de siluetas  de la cara sur con fondo de olas y de la cara norte con fondo de acantilado. Simulación de tamaño con figura humana. (la figura pertenece a otro creador más veterano)

Edificio de Grandes Molinos Vascos: de albergar trigo y maíz a fabricar nubes

Este hermoso edificio abandonado de la empresa Grandes Molinos Vascos, situado en la orilla de la ría de Bilbao, frente a Punta Zorroza, conoció tiempos mejores. De albergar enormes cantidades de trigo y maíz, ha pasado a convertirse en una pequeña joya del patrimonio industrial que, por suerte, se ha salvado de la enloquecida piqueta que asoló esa zona. Ahora, como muestra el siguiente vídeo, se dedica a fabricar nubes mientras espera que alguien le dé un futuro digno. Debajo puedes leer su historia.

Asociación Vasca de Patrimonio Industrial:

"La Sociedad Grandes Molinos Vascos S.A. se creó en 1920 para dedicarse a la fabricación de harinas a gran escala, y a la importación de maíz y otros cereales. La fábrica se instaló en Zorroza, junto a la Ría, lo que le permitiría descargar directamente el trigo y el maíz que llegaban por mar, del buque a los silos. La fabrica ocupó el solar donde en 1615 se ubicaba el Astillero Real de Zorroza de cuyas instalaciones sólo quedaban en pie el arco de acceso y el edificio de la cordelería, que sería empleado para limpieza de sacos.

El edificio fabril se levantó entre 1923 y 1924 según proyecto de Federico de Ugalde y Echevarría. Lo componen dos elementos claramente diferenciados: un inmueble destinado a la fabricación y almacenamiento y otro destinado a silos.

La fábrica tuvo una corta vida productiva, de 1925 a 1929. A finales de los años cuarenta el edificio fue subastado y en 1963 pasó a ser propiedad de Almacenamientos Comerciales S.A. que lo explotó con fines completamente ajenos a los iniciales. En 1998, el Programa de Demolición de Ruinas Industriales del Gobierno Vasco, derribó el edificio de oficinas y vivienda que se encontraba en estado de ruina. En 1999, se le incoaba expediente de Bien Cultural, atendiendo así a la solicitud realizada por la Diputación Foral de Bizkaia en 1995".